sábado, 22 de octubre de 2011

LA ECONOMIA QUE VENDRA

Esta nota fue publicada por el diario PERFIL el 22/10/2011:

http://www.perfil.com/ediciones/2011/10/edicion_619/contenidos/noticia_0029.html


En gran medida, el futuro económico dependerá de lo que decida Cristina Fernández, de
quién nombra en el Ministerio de Economía y cuál de las tantas opciones que se le
 presentan adoptará. Si se vuelca por la línea Boudou o los nombres que el actual
ministro sugiera, la Argentina saldrá a buscar fondos en el exterior, aunque las tasas
 a enfrentar no sean tentadoras. Es aquello que en el pasado se denominó “integración
 a los mercados financieros internacionales”, sin medir en demasía las consecuencias.
Si, por el contrario, elige a algún candidato productivista- mercado internista, los fondos
 que requiere el Estado seguirán saliendo de los bancos oficiales y de la caja de la Anses.
Pero la historia enseña que ningún organismo estatal es un barril sin fondo.
Conclusión: si es Boudou y su gente, los préstamos agrandarán la deuda externa, aunque
 ayudarán a pagar compromisos de mediano plazo por 12 mil millones de dólares y se
tratará de ampliar la simpatía frente a los acreedores de la Argentina, el Club de París
y los funcionarios de los organismos en Washington, que se han puesto rígidos en los
últimos meses. No se sabe cómo habrá que pagarle al Club de París; si con facilidades
o sin ellas. Más el problema de los bonistas que no entraron en el canje y que sumaban
24 mil millones de dólares.
Si es una salida contrapuesta a la de buenas relaciones con el mundo de las finanzas,
la vaca lechera será el ahorro acumulado de los jubilados. Las cuentas oficiales sobre
la contabilidad de la Anses conforman un negro abismo, casi nada se sabe.
Pero todo lo que ocurra con el destino del mundo pesará en el país en los próximos
 meses. Las regiones principales del mundo están atrapadas en una peligrosa recesión.
Hay desempleo, desorientación, ajustes fiscales que provocan estallidos de odio social,
juventud indignada en las calles, déficits en casi todas las naciones, con excepción de unas
pocas. ¿Cuánto alimento demandará de aquí en más ese mundo en el tembladeral ?
Sería milagroso que los precios de las commodities que exportamos vuelvan a los niveles
 eufóricos, tras la baja pronunciada que han sufrido. Las commodities subían sus cotizaciones,
en gran parte, como derivación de especulaciones financieras . Esa especulación ha salido y
parece no querer entrar otra vez. Sin niveles de exportación interesantes y con precios hacia
 la baja, la Argentina verá menor recaudación y las reservas externas no podrán engordar.
 En los meses recientes, las reservas del Banco Central han mermado y la institución ha llegado
a vender casi 3 mil millones de dólares para sostener la cotización del dólar y evitar que se
desborde.
Este proceso de dolarización expresa una preocupación sobre el futuro post-eleccionario.
La gente cree que vienen momentos de ajuste de precios y de ajuste de la divisa norteamericana,
siguiendo el reclamo de algunos sectores productivos postergados. Y, como reflejo condicionado,
compra dólares, que gira al exterior, o elije guaridas ocultas en los domicilios. Un dato: los argentinos, después de los brasileños, están comprando departamentos y edificando en Miami con un ritmo febril.
Brasil, el socio comercial principal de la Argentina ha elegido enfriarse todo lo que pueda y ya
deevaluó más del 20 por ciento en los meses recientes, bajando sus tasas que han dejado de atraer
ingresos de capital especulativo. Por eso mismo, los precios de los productos argentinos han perdido competitividad porque el peso se ha depreciado. A lo largo de 2011, siguiendo estudios privados,
 el déficit de la balanza comercial argentina con Brasil superaría los 5 mil millones de dólares.
Temas constantes de polémicas giran sobre el tipo de relación que deberíamos adoptar con Brasil.
Las barreras erigidas por un país y por otro no ayudan a un entendimiento. No en vano, en algunos
 debates, se ha llegado a afirmar que lo que le conviene a la Argentina es generar una relación de
 integración con Brasil semejante a la que tiene Canadá con Estados Unidos. En otros rincones de
 la balanza comercial con el mundo siguen creciendo las importaciones mucho más que las exportaciones y eso explica la mano dura de la Secretaría de Comercio.

Por último, hay dos importantes asuntos no resueltos, a los que habrá que encontrar solución. No llegan las inversiones indispensables para ampliar la oferta. Y no se logra achicar la inflación.

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